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Sesión Digital

De banderas y pendones

Andan algunos árabes la mar de contentos con ciertas viñetas publicadas en un diario danés (antes ya habían sido publicadas en la prensa egipcia), y se pasan el día quemando banderas danesas y asaltando embajadas de los países nordicos, tanto da cuál sea, pues todo tienen la cruz en el blason, y conducen automóviles Saab. No deja de sorprender que los árabes hayan escogido como blanco de su ira el país de Kierkegaard, la cuna del existencialismo, el país que no conoce el sol y cuenta con el mayor índice de suicidios del mundo. ¿Realmente creen los mahometanos que a estos señores les importa un pito Mahoma?

No andaban por ahí los tiros cuando al bueno de Hamlet le dio por lo del "ser o no ser", no se refería a moros y cristianos el bueno del príncipe. Pero claro, vas tú a Teheran y se lo explicas a esos señores que van por la calle diciendo cómo debe vestir la gente o qué cosas no se deben decir en público. Tres siglos después de que el poeta inglés debatiera sobre las miserias del ser humano, en Mesopotamia y alrededores siguen entendiendo esto de la religión como un partido de fútbol: ellos o nosotros. Confío en que con el auge del deporte en el tercer mundo cambien a Dios por Ronaldinho, como hemos hecho nosotros; ganaremos en felicidad de forma garantizada.

Y no hablo de boquilla, baste mirar la piel de toro. Cómo ha cambiado el ambiente desde que tío Paco nos abandonara. Por aquel entonces la plebs andaba con el estómago vacío, vagabundeando de protesta en protesta mientras con la otra mano intentaban afanar el mendruguito que les diera de comer. El hambre, como el desierto, es un gran generador de divinidades. No en vano los grandes profetas tenían en común el ascetismo y las etapas de aislamiento, ya fueran cuarenta días en el desierto, o unos años en Roma, como algunos profetas de pacotilla de la esfera catalana. El hambre y la soledad generan un ambiente propicio para inventarse mundos chiripitifláuticos y lanzarse a ellos de cabeza, chapotear como puercos en el fango entre las divinas palabras de la sacrosantísima fe es un goce, un placer que seguro reconocerán incluso los ateos más recalcitrantes. Al fin y al cabo, autocompadecerse es una forma de masturbarse el espíritu.

Y en este sentido, podemos decir que las religiones son el McDonalds de la masturbación espiritual: ¿a qué crear una interpretación teológica propia? ¿para qué plantearse interrogantes que sabes que no tienen respuesta? Todos estos pasos los encontrarás llanamente explicados y con ejemplos sencillísimos en nuestra gran obra: la Biblia (substitúyase por Coran, Talmut, etc. según convenga) que podrá conseguir por unos simples diezmos y el fustigamiento público unos pocos días al año. Un proyecto de sumisión que le garantiza la más absoluta felicidad mediante la negación de las posibilidades humanas. ¡Acepte la palabra divina!¡sea feliz de una vez por todas!¡limítese, censúrese usted mismo, ahora puede!. Porque es verdad, para superar el hecho de que el jefe te trata como una mierda, considérate tú mismo una mierda mayor. Éste es, según mi parecer, el pilar fundamental de las religiones.

En España este discurso se conoce al dedillo: Franco lo convirtió en norma de obligado cumplimiento (para los demás, se entiende), y metía en el mismo pack a todos los que le incordiaban: rojos, masones, la judería,... Todos ellos eran enemigos de Dios y España, aunque, como en el caso de la masonería, su actividad política no fuese más allá de poner que el Barça ganaba en las quinielas. Ahora los paquillos de Oriente Medio hacen lo propio con Dinamarca, uno de esos países que existe porque los grandes no se han puesto de acuerdo para comérselo. Le han hecho boicot a los productos daneses. Yo la verdad es que danés sólo conozco a Laudrup y las galletas danesas, esas que van en una caja metálica redondeada y azul, que todos hemos comido en una u otra ocasión. Puede que el futbolista se quede sin contrato en Qatar, pero no veo a los musulmanes renunciando a esas riquísimas galletas por un quítame allá esas pajas. Lo más seguro es que la oposición las distribuya en cajas falsificadas, como si fueran galletas de los cristianos coptos, que de ellos nadie habla.

No deja de ser curioso que hayan escogido a Dinamarca como blanco de sus iras. Cuando los yanquis invadieron iraq, no se tocó ni la embajada de Andorra. y eso que en esa ocasión no se rieron por escrito, sino en la puta cara de Alá, metiendo la cuarta división de infantería acorazada en la Meca, y el USS Roosevelt anclado a 200 km de Medina. Doce mil yanquis paseando por la ciudad santa y nada. Ahora sí, con los daneses cualquiera se atreve. No es como Israel, que tiene al primo de zumosol, y encima esta a miles de quilómetros del Tigris, con lo cual resulta difícil imaginar un bombardeo danés sobre Amman en respuesta a la quema de su embajada. Por eso los sátrapas de la región no han tenido problemas en inflamar a la plebe bajo el grito de ¡cerveza y mujeres para todos en el paraíso! con los resultados ya vistos por televisión.

Los hay que se asustan al ver esas imágenes. Desconozco la causa. Hace unos años ya teníamos en Madrid manifestaciones de fundamentalistas religiosos. Y no eran 1.500 freaks, un tanto analfabetos y recién llegados de un pueblo de pastores del Atlas. No, eran cientos de miles, tenían al ejército de su parte y llenaban a reventar la plaza de oriente. En vez de gritar "Alá es grande" decían lo de "Franco, franco franco", y en vez de pañuelo llevaban mantelina las mujeres y gorra roja y camisa azul los hombres. De esta chusma nos deshicimos a base de libros y bocadillos de Foie Gras la Piara para toda la infancia, hasta que estos nenes se hicieron mayores y no hizo falta siquiera darles a escoger: la religión no es una opción en el mundo en que vivimos. Si de estos fanáticos, que vivían en nuestras propias ciudades, eran muchos más y encima tenían armas, nos supimos deshacer, no me cabe duda alguna que estos berreos que llegan hiperampliados por el repetidor del satélite desaparecerán de nuestros oídos en bien poco tiempo, y sin generar tiros ni cosas por el estilo.

Para otra ocasión dejo el tema del programa nuclear de irán. Aunque bien pensado, si tenemos en cuenta que los dos maletines nucleares más grandes están en manos de Putin y Bush, no veo qué pueda tener de peor el Sr. ahmadineyah para no poderse subir al carro. Si total son cuatro días, para qué quitarles la ilusión!

1 comentario

I Fought The Law -

Coño, y la Carlsberg! ¿no?

Acepto, Maese, aunque sepa que dada mi dañada cobertura telefónica de tardes -Ciutat Meridiana no importa a los técnicos de Movistar- sugeriría probara de mañanas o bien sms. Entro a trabajar a las 3 los martes y jueves, y a las 4 el resto de laborables, haga calculos y tome una decisión.
Saludos!