A mi querido Platón
En esta vida cada cual va a lo suyo y si tú tienes un problema, no quieras saber los míos. Es algo inherente en la especie humana. Dicen los musulmanes "yo y mi hermano contra mi primo, yo y mi primo contra el mundo", y es una verdad como un templo. Por mucho que queramos fundamentar nuestra vida en criterios científicos y racionales de comportamiento que nos lleven con fiabilidad mecánica al éxito y la felicidad, la realidad desmonta una y otra vez estos decorados tan utilizados para ocultar nuestros veraderos miedos. Y es que no hay mayor imperio que la ley natural, que estaba antes que nosotros y estará cuando sucumbamos.
Esta tendencia a barrer para casa, sin embargo, no creo que sea buena ni mala. Es como si preguntaran ¿le gustaría tener un tercer ojo en el cogote? Oye, pues sí, por qué no, la de collejas que me habría ahorrado. Pero como no puede ser, pues nadie se lo plantea, ni intenta vivir como si lo tuviera (sectas aparte). Si nuestra condición humana nos lleva a preocuparnos más por aquellos que tenemos cerca, lo lógico es adaptarse a ello y tratar de vivir lo mejor posible con esta cualidad.
Digo esto porque hoy he descubierto un regalito, una pequeña perla fruto de esta tendencia humana. Mi amigo Toni ha dedicado su blog de hoy a celebrar que haya reabierto el mío, y coño, esas cosas tocan la fibra. A lo largo de la vida vas conociendo gente, a docenas, y van pasando y pasando por tu vida como la brisa que te da en el rostro; unos días te arropan, otros te hielan. Sin embargo pasan los años y cuando miras atrás observas que, como el Céfiro, cierta gente aparece una y otra vez en tu vida, a veces cuando menos te lo esperas, y es entonces cuando el aire adquiere ese olorcillo a hogar, a sofá cómodo y fuego ardiendo, a whisky en la mano y palabras flotando en el ambiente. Con los años, decía, acabas reconociendo quién te trae ese olorcillo, y es a esas personas a las que me refiero cuando hablo de amigos.
Toni es uno de ellos, y por esa razon me resulta doblemente (triplemente, infinamente) gratificante leer esas palabras salidas de su cabeza. Junto a él he pasado momentos de esos que cuando vas a palmarla te vuelven a la memoria para aturdir tu miedo, días que no podré olvidar de aprendizaje, de alegría y decepción, de miedo a veces, pero también de arrojo más allá de lo que se le exige a cada cual. A su lado he aprendido muchas cosas, y creo que a pesar de mi corta edad, no es exagerado afirmar que el conocerle me ha marcado, ha caracterizado una parte de mi vida y, por ello, su recuerdo me acompañará hasta que me convierta en donante de hidrocarburos para las petroleras del siglo mil.
Por eso, mi querido Platón, quiero dedicarte estas palabas de agradecimiento. Tú en tus ideas y yo en mi materia, seguimos juntos después de (agárrate) más de cinco años que hace que nos conocemos. Unidos por casualidad en el compartimento de carga de este tren que es la vida, seguimos viviendo, trampeando, colándonos y eludiendo a ese revisor que un día nos encontrará y nos echará, porque nuestro billete no nos permite viajar indefinidamente. Hasta que ese día llegue, no hacen falta mensajes, correos ni palabras; algo me dice que cuando te busque me encontrarás, porque así ha sido desde que nos conocemos. Por eso, mi querido Toni, mil gracias una vez más por seguir al pie del cañón, y de paso gracias también por publicitar mi blog, a ver si lo lee alguien más.
PD: Dame vidilla con lo del diseño de la página, que me paso el día diseñando y lo que me gusta aquí es escribir. Todo se andará...
Esta tendencia a barrer para casa, sin embargo, no creo que sea buena ni mala. Es como si preguntaran ¿le gustaría tener un tercer ojo en el cogote? Oye, pues sí, por qué no, la de collejas que me habría ahorrado. Pero como no puede ser, pues nadie se lo plantea, ni intenta vivir como si lo tuviera (sectas aparte). Si nuestra condición humana nos lleva a preocuparnos más por aquellos que tenemos cerca, lo lógico es adaptarse a ello y tratar de vivir lo mejor posible con esta cualidad.
Digo esto porque hoy he descubierto un regalito, una pequeña perla fruto de esta tendencia humana. Mi amigo Toni ha dedicado su blog de hoy a celebrar que haya reabierto el mío, y coño, esas cosas tocan la fibra. A lo largo de la vida vas conociendo gente, a docenas, y van pasando y pasando por tu vida como la brisa que te da en el rostro; unos días te arropan, otros te hielan. Sin embargo pasan los años y cuando miras atrás observas que, como el Céfiro, cierta gente aparece una y otra vez en tu vida, a veces cuando menos te lo esperas, y es entonces cuando el aire adquiere ese olorcillo a hogar, a sofá cómodo y fuego ardiendo, a whisky en la mano y palabras flotando en el ambiente. Con los años, decía, acabas reconociendo quién te trae ese olorcillo, y es a esas personas a las que me refiero cuando hablo de amigos.
Toni es uno de ellos, y por esa razon me resulta doblemente (triplemente, infinamente) gratificante leer esas palabras salidas de su cabeza. Junto a él he pasado momentos de esos que cuando vas a palmarla te vuelven a la memoria para aturdir tu miedo, días que no podré olvidar de aprendizaje, de alegría y decepción, de miedo a veces, pero también de arrojo más allá de lo que se le exige a cada cual. A su lado he aprendido muchas cosas, y creo que a pesar de mi corta edad, no es exagerado afirmar que el conocerle me ha marcado, ha caracterizado una parte de mi vida y, por ello, su recuerdo me acompañará hasta que me convierta en donante de hidrocarburos para las petroleras del siglo mil.
Por eso, mi querido Platón, quiero dedicarte estas palabas de agradecimiento. Tú en tus ideas y yo en mi materia, seguimos juntos después de (agárrate) más de cinco años que hace que nos conocemos. Unidos por casualidad en el compartimento de carga de este tren que es la vida, seguimos viviendo, trampeando, colándonos y eludiendo a ese revisor que un día nos encontrará y nos echará, porque nuestro billete no nos permite viajar indefinidamente. Hasta que ese día llegue, no hacen falta mensajes, correos ni palabras; algo me dice que cuando te busque me encontrarás, porque así ha sido desde que nos conocemos. Por eso, mi querido Toni, mil gracias una vez más por seguir al pie del cañón, y de paso gracias también por publicitar mi blog, a ver si lo lee alguien más.
PD: Dame vidilla con lo del diseño de la página, que me paso el día diseñando y lo que me gusta aquí es escribir. Todo se andará...
1 comentario
Biafra -