La nieve no cae, pero la vivienda sí
El tema de los pisitos está a punto de caramelo. No en el parlamento, por supuesto, demasiado preocupado por lo de ETA y la bomba que han puesto en la propiedad de unos amiguetes (de los sudamericanos muertos no se preocupan más allá de lo formal, como si de un accidente laboral se tratara). La cuestión es que los pisos ya no suben lo que deberían, y podemos atenernos en los próximos años a situaciones de los más divertidas.En la tele dirán que el descenso es moderado, ya han acuñado el término “aterrizaje suave” que sin duda repetirán hasta la saciedad, para mayor agradecimiento de inmobiliarias, constructoras y demás. Estas empresas podrían comerse un buen polvorón si a la tele y la prensa les diera por hablar de crisis en el sector.
Y es que razones las hay para hablar de crisis. Sólo en Barcelona, el bajón está siendo espectacular en comparación con el año anterior, y la previsión para este 2007 es que irá a la baja. Una previsión más que creíble si nos atenemos a los más de 800.000 pisos que está previsto construir, y que se añadirán a la más que importante lista de inmuebles en venta de nuestro país.
Se habrán fijado que desde un tiempo a esta fecha, los carteles de “En venta” proliferan por los balcones. Paseando por la ciudad, o por cualquier pueblo, seguro que acabas topándote con tres o cuatro de estos cartelitos incrustados en un solo edificio, y más carteles aún a lo lejos, conformando el que puede ser paisaje oficial del nuevo año. Los precios no bajan todavía, pero ya se habla de descuentos de hasta un 10 % sobre el precio original. Esto es, oficialmente los pisos valen igual que el año pasado, pero si lo quieres vender antes de que te salgan canas, más te vale bajar un poco el precio.
Así las cosas se presenta un periodo movidito para los popes de la economía. En los años 90 hubo una crisis inmobiliaria en Japón. De tanto que bajaron los precios, a la gente le salía a cuenta renunciar a la hipoteca y lo pagado por ella para hacerse con otro piso, por un precio inferior a la mitad del que valía el anterior. Los bancos, al no cobrar los préstamos, fueron a la ruina en manada, y aún recuerdo la cara de imbécil de un director de banco japonés tras vender el cuadro más caro del mundo (Le Moulin de la Galette) por una cantidad bastante inferior a la que había pagado, y que lo había convertido en el cuadro más caro del mundo.
Difícil será que pase algo así por estos lares, aunque ostias habrá a manta. No los bancos, claro, que están más blindados que el rostro de Aznar. Son las familias, a las que les vendieron la moto de los tipos variables, las que pillarán como atunes. Si el año pasado ya les soltaron una subida de 100 euros mensuales o así, este año comienza con otro apretón por el estilo, y esperen que no vengan más. Con unos sueldos congelados o, siendo optimistas, subiendo al ritmo de la inflación, las familias de mileuristas deben estar al filo del abismo. Y lo mejor es que toda esta mierda se la están comiendo por un cuarto sin ascensor ni luz natural, construido cuando Franco era corneta. Vamos, que ni consuelo con una vivienda mínimamente digna.
Y cuando esto suceda tendremos que escuchar a los banqueros lavándose las manos del fregao, que ellos sólo han prestado a quien lo ha pedido. Claro, porque ellos no han falsificado la tasación de los pisos, inflando los precios para que la gente pueda pedir hipotecas por el 100 % de la vivienda. ¿O es que alguien se cree eso de que financian sólo el 80 %? Para un piso de 240.000 euros, se trataría de 8 millones de los de antes. ¿Conocen a alguien con esta capacidad de ahorro? Claro, el banco va cobrando y, cuando el deudor no puede pagar, se le embarga la vivienda y doble negocio. Pero hasta entonces nadie ha avisado al comprador de los riesgos, no ha habido interés ni de los bancos ni del gobierno por frenar esta subida que, al fin y al cabo, beneficiaba a todos.¿A todos? A todos los cincuentones, claro, los que tienen el mango por la sartén, los que votan a favor de la doble escala y mantienen desde hace 10 años un piso vacío que tienen desde ni se sabe, a la espera del gran negocio que les permita jubilarse como señores. Es una hipoteca más que nos deja la generación de la transición, la que ya se lo curró lo suficiente con el tema y ahora te toca a tí, hijo, apechugar con tus marrones y los míos, que yo ya estoy cansado.
Nadie abrió la boca cuando los precios se dispararon en los 90, porque ya les convenía, y ahora que construyen pisos hasta en el coto de Doñana, ea! A rasgarse las vestiduras. No ha sido hasta que han visto a sus hijos, con 30 cumplidos, aún en casita que les ha venido la prisa por hacer algo con “el problema de la vivienda” eufemismo para hablar de la brutal especulación que afecta a este sector. Mientras tanto, como los que votan en masa y acaban decidiendo no tienen este problema, ya les va bien con las “soluciones habitacionales” que propone el ministerio, ideales tanto para hacerse el progre como para ser criticadas desde la derecha sin ofrecer alternativa alguna. ¡Magnífico! La mano invisible que gobierna el mercado ha sido y es la única juez en este debate, y así nos va.Pase lo que pase, en fin, será una gran putada. Si los precios no bajan, los jóvenes nos putearemos hasta la jubilación para pagar una chabola miserable en la que vivir mientras los jubilados disfrutan de piso con moqueta, ayuda asistencial pagada por el estado y descuentos en los autobuses. Si por contra la vivienda cae en picado, muchos serán los trabajadores que verán irse a la mierda los ahorros de toda una vida por hacer caso a ese señor tan elegante y simpático del banco.
Por interés prefiero que pase lo segundo, ademá, porque a estas alturas de la historia nadie puede decir que no sabe qué es un banco y cómo funciona. Lo malo es que si pasa ésto me veo al gobierno soltando la pasta para equilibrar las cosas, y al final nos tocará pagar a todos -menos al banco- las veleidades especulativas de los Rockefeller de carnicería que campan por el país. Qué le haremos, por lo menos podré vivir en un piso decente sin tener que vender un riñón.
1 comentario
Amigo Gagarin -
En fin, serafín, que avisados estaban todos, y que habrá que estar atentos para retirar los ahorrillos y guardarlos debajo del colchón antes de que se vaya al carajo el sistema financiero español.
Por cierto, que la bolsa está a reventar y al IBEX ya ni se le ve, que los euroladrillos han cambiado de cobijo y ya ni saben dónde los van a meter; reviente el mercado inmobiliario español y el mercado bursátil, y que nos echen de la UE por sinvergüenzas, que es lo que nos merecemos.